Viajar, como toda palabra, va mudando de significado con el pasar del tiempo. Irse de viaje, hoy, se asemeja más a irse del lugar habitual para, y eso no deja de ser curioso, desconectar de la vida que llevamos. Mucho de lo que se adhiere al descanso estival empieza por des-: des-plazarse, des-cansar, des-ocuparse, des-conectar, des-calzarse, des-nudarse. Deshacer sería el verbo resumen.
En los islados también nos des-calzamos pero no es exactamente un viaje para la desconexión. Es, al contrario, un oasis de conexiones. Las novedades del entorno, de la vida en una isla, de otras gentes, de pensamientos, de enseñanzas, de baños, de silencios, de risa, de posibles amistades... hacen más en un segundo, para esa anhelada desconexión, que diez días de ciertas vacaciones. Rehacer sería el verbo resumen. Rehacernos un poco.
Para rizar el rizo, uno de los talleres de este año, tratará del viaje, de la literatura de viaje, en concreto la de las mujeres viajeras. Porque si algo nos ayuda a rehacernos, es repensarnos, y vaciarnos, llenarnos de nuevo, viajarnos por dentro mientras las afueras pautan la cadencia. La escritura sirve -también- para esto: nuestro cuerpo en territorio extraño, nuevo, parece más cuerpo.
Este precioso taller que recorrerá la historia de los viajes literarios (la recepción y la representación subjetiva e íntima del mundo visitado), lo imparte Patricia Almarcegui de quien os dejamos aquí algunos enlaces recientes en relación a su último libro Cuadernos perdidos de Japón.
Patricia va a estar con nosotros del 2 al 5 de septiembre y esto es lo que nos propone:
El mundo pasado por alto. Mujeres que viajan y escriben.
Este taller pretende reflexionar sobre la forma en que se ha percibido el mundo desde la antigüedad y cómo ha influido en la cultura. La literatura y el arte no serían los mismos si no se hubiera entrado en contacto con lo extraño, ajeno y novedoso. Repasaremos los conceptos que vertebran dicha percepción y su evolución, por ejemplo, el asombro, la mirada, el espacio, el tiempo, el lugar, la verdad, etc. para analizarlos después en las representaciones de las mujeres. Un mundo pasado por alto. Una realidad a la que durante mucho tiempo no se ha prestado atención y sin la cual no se podría tener un conocimiento del mundo en su globalidad. Quiénes son las mujeres que escriben y viajan. Cómo influye su experiencia en la escritura. En definitiva, qué pueden aportar las escritoras que viajan al lenguaje, a la literatura y a la construcción e historia de las mentalidades.
Página Dos
El País
Entrevista ACEC con Álvaro Colomer
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